domingo, 9 de marzo de 2014

Un universo sin expansión



Durante casi un siglo, la gran explosión (Big Bang) fue considerada por la comunidad científica el modelo que mejor describía el comienzo de todo lo que nos rodea. No obstante, durante las últimas décadas, este tema ha vuelto al centro del debate académico. En época reciente, Christof Wetterich, físico teórico de la Universidad de Heidelberg, ha avanzado una nueva teoría: ni el universo nació tras una violenta explosión, ni estaría en continua expansión.
Según el investigador, el cosmos es el resultado de una larga y fría transformación opuesta a la prevista por la gran explosión, que se caracteriza por una situación inicial de temperatura y densidad extremas, a partir de las cuales se inició un proceso de dilatación espaciotemporal visible todavía hoy en día. En concreto, Wetterich afirma que el universo nació de un deshielo, tal como ilustra en dos artículos publicados en las revistas Physical Review D y Physics of the Dark Universe.
Los físicos definen la gran explosión como una singularidad, un término que describe unas condiciones físicas no muy bien definidas. Según la teoría, tras el evento, las masas de todas las partículas elementales aumentaron y la fuerza gravitatoria disminuyó con el tiempo. En opinión del científico de la Universidad de Heidelberg, este escenario también podría implicar que el cosmos tuvo un comienzo lento y frío. De ser así, hasta podría haber existido en una época anterior a la gran explosión, en la que fue prácticamente estático. Wetterich supone, por tanto, que este no fue otra cosa que uno de los numerosos fenómenos que acontecen en el universo. De acuerdo con esta visión, los «eventos» posteriores, que actualmente son observables de manera indirecta, se remontan a hace unos 50.000 mil millones de años, y no durante al período inflacionario que, según el modelo de la gran explosión, ocurrió durante los primeros instantes de formación del universo.
El nuevo modelo también explica la existencia de la energía oscura y de la misma inflación a través de un único campo escalar llamado cosmon field. Este representa «una reminiscencia del campo de Higgs descubierto recientemente en los laboratorios del CERN, que confirma la hipótesis de que las masas de todas las partículas elementales dependen de los valores del mismo campo y son, por tanto, variables», explica Wetterich. Según su enfoque, dichas masas aumentarían de manera proporcional al valor del cosmon field durante la evolución del cosmos.
Con todo, el investigador subraya que su trabajo no pretende de ninguna manera invalidar la teoría de la gran explosión. «Los físicos estamos acostumbrados a describir los fenómenos desde perspectivas diferentes». La luz, por ejemplo, puede ser descrita por partículas y por ondas. Del mismo modo, su modelo ofrece una interpretación alternativa de la realidad, ya que permite describir el universo sin la presencia de una singularidad inicial, lo que ofrece una serie de ventajas, pues «soluciona el enigma persistente del "¿qué había antes de la gran explosión?"» concluye Wetterich.

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